culturarte animal

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Experimentación con animales

 
Muchos procedimientos científicos y técnicos tienen como factor común la experimentación de sus procesos con animales. Ratas, monos, conejos, perros, gatos, ratones, cobayas, entre otros, son sacrificados anualmente por millones en laboratorios de todo el mundo. Empresas de todo tipo son las que investigan con animales: las que producen medicamentos, cosméticos, artículos de aseo personal, de la casa e industrial, artículos de escritorio, anticonceptivos, pinturas y compuestos químicos, cigarrillos, aditivos alimentarios, armas, venenos, pesticidas, entre otros.
De este modo, la investigación se clasifica de acuerdo a sus propósitos industriales o científicos. Los animales son utilizados para certificar la seguridad del producto final que llega al mercado, es decir, que éste no será tóxico ni perjudicial para los seres humanos. Pero esta seguridad para el consumidor oculta un horror inconmensurable tras las puertas de los laboratorios: animales viviseccionados, mutilados, heridos, cachorros separados de sus madres, inmovilizados y ciegos después de haber probado champús en sus ojos; ulceradas la piel, las orejas, sus entrañas, para probar la toxicidad de una serie de compuestos químicos diseñados para humanos.
Si tenemos la oportunidad de conocer el horror y sufrimiento que se esconde detrás de cada producto que utilizamos a diario en nuestras casas y trabajos...¿qué podemos hacer contra ello?
Creo que nuestra única alternativa es denunciarlo, difundir esta realidad y exigir como consumidores que los productos que nos vendan no estén probados en animales. (Ver listado parcial de empresas que no experimentan sus productos con animales)

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