Enfrentamos la oscuridad, dejando atrás el miedo, con la convicción de que cada nuevo paso que damos nos acerca más a la realización de nuestros ideales.
Por amor encendemos llamas de revolución, y saltamos de alegría al saber que hemos despertado cada mañana para seguir con nuestra misión, derribando fronteras rompiendo cadenas, abriendo las cárceles donde los gobernantes del mundo encierran nuestros sueños.
Por amor levantamos nuestra voz al viento, buscando que esta llegue a cada corazón de los oprimidos para que la rebeldía se multiplique por el mundo, sacudiendo los pilares del viejo mundo.
Por amor rompemos el aislamiento para reconstruir lazos de solidaridad y fraternidad entre hombres y mujeres bases para nuestro nuevo mundo.
Luchamos con amor por quienes aun no llegan, los futuros herederos de la tierra, los que han de recibir nuestro legado, el que construimos con cada nueva batalla que libramos por recuperar nuestras vidas, la que tiene sentido por esta lucha por la libertad, renunciar a este amor es traicionarnos a nosotros mismos.
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