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viernes, 17 de junio de 2011

AGRICULTURA ECOLOGICA Y REVOLUCION AGRARIA.

Las actuales técnicas de producción agrícola son heredadas de la revolución verde de los años 1970-1980, que trajo consigo la sobreexplotación de los suelos y su posterior deterioro, con el uso intensivo de pesticidas y agroquímicos, que han contaminado fuentes hídricas y cadenas tróficas de las que el hombre como parte de estas también es afectado, además de la extensión del monocultivo en detrimento de los ecosistemas, con una pérdida progresiva de la biodiversidad.
 
Iniciada con el aparente interés de cubrir la demanda de alimentos en el mundo, la revolución verde escondía tras de sí, toda una estrategia de reorganización de la producción en el campo, tendiente a favorecer los intereses del capital. De esta manera comenzó la regionalización de la producción agrícola en el mundo; con el monocultivo de unas cuantas especies bajo control de transnacionales, numerosos países son ahora dependientes del mercado externo, para suplir sus necesidades alimentarias.

Esta situación se ha venido agudizando con la aparición de los biocombustibles, que han llevado a destinar miles de km2 de suelos, para la producción de unas pocas especies, utilizadas como materia prima para su elaboración.
Por otra parte la tecnificación de la producción agraria, ha llevado a que en países como Colombia, durante la últimas décadas, al campesino le sea más difícil poder mantener una zona de cultivo, puesto que a comparación de la empresas o el terrateniente no tiene el capital suficiente para adquirir maquinaria e insumos que le puedan permitir mejorar la producción, sumado a esto el hecho de que sus productos son comprados a un precio miserable, que no corresponden ni a la mitad del precio al que finalmente son vendidos en el mercado.
De esta manera tanto el medio ambiente, como las comunidades rurales han sido afectados por la forma de producción capitalista, en el campo, contrapuesta a esta situación la agricultura ecológica, se constituye en una respuesta liberadora.
Ambientalmente la agricultura ecológica, se desarrolla en armonía con los componentes ecológicos del medio, se funda sobre el respeto y la reciprocidad con la leyes naturales, al contrario de la agricultura convencional no usa la manipulación genética, tampoco emplea pesticidas  ni agroquímicos, utilizando en cambio el abono orgánico y el pluricultivo con lo cual se reducen las plagas, además respeta la biodiversidad de los ecosistemas articulando los cultivos a estos.
Los pluricultivos ecológicos, ofrecen mayor producción que los convencionales, permitiendo de esta forma satisfacer las necesidades alimentarias de las comunidades. Junto a las implicaciones ambientales, la agricultura ecológica permite el desarrollo de nuevas formas organizativas sociales orientadas a la producción y contrarias al ordenamiento capitalista y estatal.
Contraria a la producción tecnificada que requiere poca mano de obra, la agricultura ecológica requiere de un continuo trabajo comunal en los cultivos, lo que permite generar una mayor cohesión social articulada a la cooperación, fomentando el asamblearismo y la autogestión al romper con la dependencia de los insumos químicos, laboratorios de semillas genéticamente modificadas y con el mercado externo intermediario, al favorecerse el comercio regional de producción entre comunas agrícolas organizadas.
Su desarrollo revolucionario, dependerá de que se fomente en un claro contexto de transformación radical de la sociedad.




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